Vegetación en red
- marzo 8, 2021
Hasta hace poco los humanos éramos los únicos inteligentes. Las máquinas se accionaban solo cuando nosotros les dábamos la orden y las plantas, eran un recurso fundamental que hemos logrado dominar.
Las plantas son organismos sésiles, de cuerpo modular, seres divisibles con numerosos centros de mando. No tienen neuronas, ni órganos centrales. Sin embargo, las plantas perciben su entorno de unas 20 formas diferentes y establecen relaciones simbióticas con insectos. La neurobiología vegetal es la que se encarga del estudio de los sentidos de las plantas las cuales, junto a otros animales, tienen un sistema de inteligencia en red.

¿Alguna vez vieron esos videos que muestran en cámara rápida los movimientos de las plantas? La cámara rápida fue una de las tecnologías clave para ver que las plantas podrían esquivar obstáculos para obtener nutrientes o girar con el sol. Pero, ¿Qué es lo que pueden hacer las plantas? Las plantas sin gusto, vista, tacto, oído ni olfato, son capaces percibir la luz, analizar la composición de las materias, percibir vibraciones, trepar, emitir y percibir olores y detectar la gravedad y campos electromagnéticos. Todo esto mediante impulsos eléctricos dentro de una red interconectada de intercambio de información y memoria común. Las plantas pueden resolver problemas.
Un árbol madre, el más viejo de un bosque, está conectada por una red subterránea con las otras plantas al rededor. Es capaz de hacer llegar nutrientes y sustancias a otras especies vegetales. Los hongos, las esporas y las raíces son los grandes medios de comunicación entre la vegetación. Este tipo de interacciones nos indica la existencia de una red de transferencia para comunicarse con el entorno, como la internet para los humanos, pero para las plantas. Es decir que las plantas se comunican entre sí, desarrollan y comparten conocimiento además de tener la posibilidad de combatir amenazas externas.
¿Esto qué quiere decir? ¿Las plantas piensan? ¿Son estrategias que podríamos calificar de inteligentes?
Con la venida de la inteligencia artificial y la aparente inevitabilidad de tener un rol central en el futuro, las inteligencias no humanas se han convertido en un debate muy propio de la época. Por suerte, hay quienes también miran a los seres vivos y reconocen que en realidad aun no tenemos del todo claro algunas cosas. Las plantas tienen una memoria que aún no sabemos como funciona con exactitud. En realidad tampoco sabemos muy bien cómo funciona la memoria del ser humano. Hay estudios que prueban que hay una memoria vegetal que queda registrada, por ejemplo en una semilla de un ejemplar de clima frío que luego es plantada en un clima cálido. A causa de esa memoria, esa semilla va a reaccionar diferente a las semillas de clima cálido, adelantando o retrasando procesos en cambios de estación. La inteligencia ha sido redefinida como la capacidad para resolver problemas, teniendo en cuenta la capacidad de captar el entorno y elaborar estrategias. En este caso, las plantas tienen una inteligencia “de enjambre”. Esto quiere decir que se comportan como una multitud, como lo hacen las hormigas o los pájaros y no como individuos, como nosotros. Esta inteligencia de enjambre es la aplicada cuando vemos bandadas de pájaros migrar con la capacidad de moverse como si fueran un solo organismo, sin que haya un coordinador del grupo dando órdenes. No es un tipo de organización al que estemos acostumbrados y nos es difícil pensar en cómo puede darse la comunicación en este enjambre.

Los grupos de enjambre tienen que tomar decisiones para organizarse, tomar una nueva dirección, esquivar a un predador. Ciertas corrientes explican que la inteligencia funciona a través de los sentidos. O sea, que parte de procesar la información es percibirla. Sin embargo, los sentidos en sí son muy difíciles de explicar. Por ejemplo, sabemos que los perros escuchan otras frecuencias, pero no sabemos cómo escuchan. ¿Cómo le explicarías el olor a quemado a alguien que no puede oler? El experimento imagino que sería como todas las películas de ciencia ficción que exploran hipótesis sobre cómo entender a los alienígenas que nos visitan o cuando en el 1400 los europeos llegaron a América. Necesitaremos probablemente otro avance tecnológico clave para comprender la suma de conductas simples que resultan en conductas complejas, como la cámara rápida mencionada anteriormente. El estudio de artistas Studio Drift, con el proyecto Flylight logró crear algo similar a los vuelos de los estorninos, lanzando cientos de drones con vuelos programados con algoritmos que reaccionan según se encuentren en proximidad de otros drones. Sin una coreografía, los drones cambian el rumbo o densidad de la luz intercambiando información con otros drones.
La idea de la inteligencia como factor de superioridad humana, que ya hemos debatido en la sección Por qué?, de nuestro curso Veginners, es extensible también al reino vegetal. Al final, la inteligencia es más que el hecho de tener un cerebro. Puede desarrollarse en diferentes órganos y conlleva una forma de memoria que hace posible el aprendizaje y, por lo tanto, de cambiar una respuesta hacia una estrategia más exitosa ante un mismo problema, aunque a veces los humanos repitamos una y otra vez el mismo error.
En el reino animal, el pulpo es un ejemplo muy común de este otro tipo de inteligencia que intentamos explicar. Además de tener un cerebro distribuido, tiene 16 millones de quimiorreceptores en su cuerpo. Si nunca vieron, busquen video sobre la inteligencia del pulpo. Son completamente hipnotizantes.


¡Entonces los anti veganos tienen razón! ¡Las plantas también sienten!
No. Aquí no estoy hablando de la capacidad de sentir dolor. Lo mencionamos en el capítulo “Mythbusters, the Vegan Edition”. Aquí estamos discutiendo la idea generalizada de que la consciencia sobre el entorno y nosotros mismos es exclusivamente de los humanos y animales no humanos (mamíferos, aves, reptiles, peces e insectos). ¿Podemos decir que las plantas son conscientes de existir si se comunican, sienten o piensan? No tenemos las herramientas para entenderlo aún, pero podemos situarnos en la realidad de que el 98% de la vida del planeta es vegetal. Sin embargo, los animales predominamos, somos más rápidos y predadores. Es posible que sea hora de adoptar una mirada más humilde, ya que el humano del siglo XXI ha pasado del yo (individuo) a la red (no centralizada). Ahora, todo es inteligente.

El post humanismo se ha debatido entre la superación del hombre y los límites de la inteligencia artificial, por lo menos, desde la primer Terminator.
La inteligencia artificial sucede porque le damos datos sobre nuestras preferencias y movimientos entre otras cosas. Somos millones de usuarios subiendo todo lo que hacemos a la nube digital, nuestro hogar real, donde casi todo sucede. Ahora que podemos decir que lo vegetal y la tecnología tienen el campo de la inteligencia en común, sucede que esa contradicción entre natural y artificial, y por qué no, superior y inferior, se hace más borrosa. Que las inteligencias no-humanas tomen relevancia en la escena de las discusiones, ?podría deshacer el antropocentrismo de la mirada?
En internet todo es una copia de una copia, de una copia, de una copia. Es nuestra inteligencia de enjambre alimentada con gadgets y algoritmos. Para bien o para mal. Nuestros lapsos de atención cada vez más cortos y la viralidad se convertió en nuestra forma de trascender los cuerpos. Mientras seguimos dilucidando cómo interactuar con la inteligencia artificial, congelando semillas para el futuro y llenando de basura el espacio, la clave de la salvación climática podría esconderse en la información de un árbol madre.


Julia Ferrari
My main interest is transformative projects that appeal to sensitivity, ideas, and working together to question the present.
Los siguientes pasos recomendados por The Vegan Utopia:
Para las personas que vivimos en grandes ciudades, la conexión con espacios verdes a menudo se limita a la urbanización. Es un poco difícil que sintamos alguna conexión con las plantas más alla de que son lindas para decorar.
Por eso, les dejo este listado de diferentes formas de aprender a hablar con las plantas.
Para escuchar:
Plantasia (Mort Garson, 1976): an album made for plants to listen to
Instructions for becoming a plant (MUTANTE)
Arte contemporáneo:
Para ver:
Little Shop of Horrors. Una comedia musical de ciencia ficción completamente ridícula sobre una planta carnívora que exige su comida.
Fantastic Fungi. Un documental fascinante sobre Kingdom Fungi y lo más cercano que conocemos a la Internet moderna en el mundo natural.
Bibliografía
How Trees Communicate, Suzanne Simard.
Plant intelligence, Podcast Solaris, Jorge Carrión
Sensitivity and intelligence in the plant world, Stafano Mancuso.